Un viernes para repetir.

Y lo prometido es deuda...

Viernes tarde, los dos con planes nocturnos. Llegamos por casualidad a la misma hora a casa. Típico beso de reencuentro en las escaleras. No estábamos solos, teníamos una mini visita, con ganas de jugar con nosotros. La timé un poco, y la mandé a ver dibujos al salón.

Estábamos en la habitación, debatiendo sobre que nos pondríamos esa noche, cuando me empujo  y me tiro sobre la cama. Me hizo una sonrisa picarona, se lanzo sobre mi y empezó a besarme apasionadamente.

Parecía ser, que no era la única que tenia ganas.

Seguimos a lo nuestro, entre risas y besos, intentando controlarnos. Era tarde y todavía nos teníamos que arreglar. Cogí toda mi ropa, y salí de la habitación directa al baño. Él corrió detrás de mi, me empujo suavemente contra la pared, me cogió en brazos y me beso como nunca. Me puso a mil. Sentía como su respiración se aceleraba con cada beso, notaba como su polla se hacia grande... pero no era el momento. Me bajo cuidadosamente, y seguí mi camino al baño.

Cuando me di cuenta, se había colado en el baño y, allí estaba, delante de mi, mirando como me quitaba poco a poco, cada una de las prendas de ropa que llevaba puestas, comiéndome con la mirada y deseando recorrer todo mi cuerpo con sus manos. Cuando ya nada me cubría, me acerque a él, le besé suavemente en los labios y empecé a quitarle poco a poco la suya.

Ya no pudimos parar, su lengua recorría todo mi cuello, sus manos se perdía entre mis curvas, entre mis piernas, sus dedos jugaban con mi coño, y hacia que mi respiración se acelerara, que mi deseo aumentara. Con sus labios, besaba mis pechos y mordía delicadamente mi pezón, haciéndome enloquecer. Me cogió nuevamente entre sus brazos, y se sentó en el bater, de manera que yo quedaba sentada encima de él, y podía mirarle fijamente a la cara, pegar mi nariz a la suya, agarrarle fuerte por la espalda, incarle mis uñas. Él me tenia cogida por la cintura, seguía recorriendo mis pechos con su lengua,  mientras yo buscaba su miembro erecto para acariciarlo suavemente con mis manos, no podía dejar de mirar como disfrutaba, como cada vez que movía mi mano, aumentaba su placer. Y ya, cuando no me pude aguantar mas, cuando la necesidad de sentirle dentro de mi era demasiado elevada, le suplique que me la metiera, y el deseoso de mi cuerpo, la guió hasta mi coño y la empujo suavemente adentro de mi. Me morí de placer. Le sentía muy adentro. No podía dejar de moverme, cada vez mas rápido, sentía como rozaba, como cada vez que él empujaba, su polla se deslizaba toda entera dentro de mi, hasta el final,  no podía parar, me hacia gritar de placer. No paraba de acariciarme, de besarme los pechos, de follarme, hasta que suplique correrme, entonces acelero el ritmo, dejo las caricias de lado, me apretó fuerte del culo y empezó a embestirme bruscamente, a entrar y salir rápidamente de dentro de mi, a follarme con todas sus fuerzas, ha hacerme gemir como nunca, y en apenas unos segundos, me corrí como una loca desesperada, y sentí como él  tambien lo hacia conmigo. 

Seguimos un buen rato allí sentados, abrazados, desnudos, amándonos, hasta que nos acordamos de la mini visita!. Entonces nos dimos cuenta de la situación, los dos en el baño, sin poder esperar, deseosos él uno del otro. Me encanto. Me hizo disfrutar como una niña, pero nuevamente teniamos que volver a la tierra y seguir con la rutina.

Eres increíble! Nunca habia disfrutado tanto, te adoro.

Foto prestada por: http://sensualimages.blogspot.com/